formación y comunicación son tan antiguos como las sociedades humanas. En nuestros días, a contar de mediados del pasado siglo, el adelanto tecnológico ha hecho posible un desarrollo tal en los medios de comunicación y es tan relevante su influencia social que puede definirse o identificarse nuestra sociedad como la «sociedad medial» o de la «información y comunicación», y a nuestros efectos de educación y enseñanza en relación con Estado e Iglesia, puede hablarse de la aparición en el seno de la sociedad civil, y con la intervención del Estado y en su repercusión en la Iglesia, de un nuevo agente de enseñanza y educación, constituido por tales medios.(...)