en estos momentos, la lava sube a la superficie acompañada de vapor y luego vuelve al fondo del mar haciendo crecer el edificio volcánico. En una segunda fase, a la que no tendría por qué llegarse, se divisaría una columna de vapor en la superficie y, más adelante, explosiones de color negro en forma de cola de gallo. Este sería el momento más peligroso, pero con las medidas tomadas hasta ahora, Ortiz cree que no habría riesgo para la población, Por último, podría emerger una isla: "Se acabarían los fuegos artificiales y veríamos surgir una fuente de lava incandescente"