Pero a la hora de construir una narración, dos elementos son los más importantes: la historia que se cuenta y la forma en que se cuenta. Una vez que los tengas claro podrás hacer el esqueleto de tu historia, teniendo en cuenta las partes fundamentales que a continuación explicamos:
• En el inicio del cuento, se presenta el personaje principal, el tiempo y los lugares en los que se desarrollará la historia y se muestra el conflicto que será el núcleo de la narración.
• Luego, en el desarrollo del conflicto se presentan diversas acciones encadenadas que se dirigen al punto culminante de la acción. Este es el momento más emocionante de la historia y es la parte más larga del relato.
• Por último, el desenlace o final comienza justamente en el punto culminante de la intriga, a partir del cual se inicia la resolución del conflicto para desembocar en la situación final. Esta es, en general, la parte más corta de la historia.