El desarrollo de la competencia matemática, implica utilizar -en los ámbitos personal y social- los elementos y razonamientos matemáticos para interpretar y producir información, para resolver problemas provenientes de situaciones cotidianas y para
tomar decisiones. En definitiva, supone aplicar aquellas destrezas y actitudes que
permiten razonar matemáticamente, comprender una argumentación matemática y
expresarse y comunicarse en el lenguaje matemático, utilizando las herramientas de
apoyo adecuadas, e integrando el conocimiento matemático con otros tipos de
conocimiento para dar una mejor respuesta a las situaciones de la vida de distinto
nivel de complejidad.