Son productos que contienen una cantidad determinada de microorganismos considerados resistentes. Al ser sometidos a un proceso de esterilización (junto con el material a esterilizar), la ausencia de crecimiento microbiano indica que el proceso de esterilización ha sido eficaz.
Los indicadores biológicos verifican directamente el proceso de esterilización, suponiendo que la tasa de muerte de los microorganismos contenidos en el indicador emula a la tasa de muerte de la carga microbiana presente en el material esterilizado.
La desventaja principal del empleo de indicadores biológicos es que el indicador, una vez terminado el proceso de esterilización, debe ser incubado un determinado tiempo, por lo tanto el resultado obtenido no es inmediato (el material esterilizado debe bloquearse durante ese tiempo).