Cuando esta hablando con otras personas, ya sea en privado o en un lugar público, le resulta difícil seguir la conversación. Tiene problemas para entender a la gente si no está mirándola a la cara o a los labios. Necesita situarse cerca del interlocutor. Sordera leve:
Necesita situarse cerca del interlocutor, mirarlo a la cara y, especialmente, a los labios, para adivinar lo que dice. Pide a la gente que suba la voz. Tiene dificultades para mantener una conversación por teléfono. Sordera moderada:
Tiene problemas para expresarse y hablar fluidamente. Sordera severa:
Cuando habla con otras personas, el ruido de fondo le impide oír lo que dice y/o cuando está en un lugar concurrido le resulta imposible seguir una conversación. Le es imposible mantener una conversación por teléfono. Tiene dificultades para seguir una conversación cara a cara. La gente tiene que hablarle muy alto y, a pesar de ello, sólo entiende parte de lo que dice. Se acerca al interlocutor, pero sólo oye parte de la conversación. Necesita mirar al interlocutor para entender parte de lo que dice. Tiene problemas para expresarse. Tiene problemas para identificar sonidos fuertes y habituales, como los timbres de la puerta y el teléfono, una sirena, el camión de la basura... Sordera profunda:
Las personas en esta situación presentan las mismas dificultades auditivas que en el caso anterior, pero agravadas. Por ejemplo, son incapaces de seguir una conversación cara a cara y necesitan mirar constantemente al interlocutor para entender todo lo que dice.
Cuando esta hablando con otras personas, ya sea en privado o en un lugar público, le resulta difícil seguir la conversación.
Tiene problemas para entender a la gente si no está mirándola a la cara o a los labios.
Necesita situarse cerca del interlocutor.
Sordera leve:
Necesita situarse cerca del interlocutor, mirarlo a la cara y, especialmente, a los labios, para adivinar lo que dice.
Pide a la gente que suba la voz.
Tiene dificultades para mantener una conversación por teléfono.
Sordera moderada:
Tiene problemas para expresarse y hablar fluidamente.
Sordera severa:
Cuando habla con otras personas, el ruido de fondo le impide oír lo que dice y/o cuando está en un lugar concurrido le resulta imposible seguir una conversación.
Le es imposible mantener una conversación por teléfono.
Tiene dificultades para seguir una conversación cara a cara.
La gente tiene que hablarle muy alto y, a pesar de ello, sólo entiende parte de lo que dice.
Se acerca al interlocutor, pero sólo oye parte de la conversación.
Necesita mirar al interlocutor para entender parte de lo que dice.
Tiene problemas para expresarse.
Tiene problemas para identificar sonidos fuertes y habituales, como los timbres de la puerta y el teléfono, una sirena, el camión de la basura...
Sordera profunda:
Las personas en esta situación presentan las mismas dificultades auditivas que en el caso anterior, pero agravadas. Por ejemplo, son incapaces de seguir una conversación cara a cara y necesitan mirar constantemente al interlocutor para entender todo lo que dice.