aprendizaje basado en proyectos y aprendizaje basado en problemas (entre otras posibilidades) a partir de tres parámetros fundamentales:
el papel del docente como entrenador en el caso del aprendizaje basado en proyectos y como facilitador en el caso del aprendizaje basado en problemas;
la responsabilidad del estudiante, que es más guiado en el caso del aprendizaje basado en proyectos y más auto-regulado y autónomo en el caso del aprendizaje basado en problemas;
la motivación en el caso del aprendizaje basado en proyectos proviene de la realización de un producto final determinado y en el caso del aprendizaje basado en problemas se deriva de la resolución de un problema “pobremente definido” (ill-structured).