Playa, sol y paella. Aunque tal y como está el viento últimamente con la ola de frío, disfrutamos de todo menos de sol pero algo pudimos ver. Sí, sí. Estamos hablando de Valencia. Allí nos deleitamos con sus calles, sus monumentos y sus obras de arte callejeras. Todo fue muy exprés pero nos quedamos con aquella esencia y nada más dejarla la situamos en nuestra lista de preferencias. La lista es larga, pero todo llegará.
Hoy os voy a contar como acabamos Mono y yo, por casualidades de la vida, llegando a Chester, una pequeña ciudad al norte de Inglaterra. Como ya pudisteis leer en la entrada que publicamos hace un tiempo sobre Manchester, vuestros grumetes favoritos llegaron a tierras inglesas no hace mucho tiempo.