La manera en la que las aplicaciones se crean para escritorio y para móvil tiene que ser diferente para poder lograr tener un mejor acercamiento con el usuario final. Al terminar de lanzar la aplicación es importante tomar en cuenta la retroalimentación para disminuir problemas y aumentar la probabilidad de que el usuario se apropie de la aplicación.
Esto me resulta interesante y real puesto que al trabajar con aplicaciones para móviles, el dar un enfoque para personas que no pueden tomar el teléfono les resulta difícil interactuar con las mismas. Pensar en nuevas ideas para poder manejar las aplicaciones es esencial para poder cerrar la brecha aún más.