Paloma Arroyo El mundo de la educación y el aprendizaje escolar no parece haberse transformado en la misma medida en que lo ha hecho una sociedad que hoy se explica, en gran medida, en relación con el alcance de los medios de comunicación y de unas tecnologías que potencian el papel del acceso a la información.
Las modalidades de formación apoyadas en las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) llevan a nuevas concepciones del proceso de enseñanza-aprendizaje que acentúan la implicación activa del alumno en el proceso de aprendizaje; la atención a las destrezas emocionales e intelectuales a distintos niveles; la preparación de los jóvenes para asumir responsabilidades en un mundo en rápido y constante cambio, y la flexibilidad de los alumnos para entrar en un mundo laboral que, efectivamente, les demandará formación a lo largo de toda la vida.