En estos lugares se ve como una moda y las instituciones educativas han tratado de contrarrestarla ya que al interior de las escuelas de México existe en un 90% y el otro 10% en los alrededores.
El 80% de los agresores son más fuertes que sus víctimas de ahí que se puedan aprovechar de los más débiles o vulnerables, esta situación denota la baja estima de los alumnos al grado de sentirse fracasados.