Hay demasiado contenido. No hay más que abrir cualquiera de nuestros perfiles en redes sociales para vernos inundados de todo tipo de información o noticias (contenidos) en las que invertir nuestra atención. Sin embargo, saturados por la oferta y el esfuerzo de seleccionar los primeros que encontramos, terminamos sintiendo que hemos perdido el tiempo y que el contenido que hemos seleccionado es más una obligación que un placer.
Sería necesario crear una teoría del filtro, una disciplina práctica, basada en la experiencia cotidiana con Internet. Es una sugerencia a las universidades, elaborar una teoría para el filtro del conocimiento, conocer es saber separar.