Por tanto es necesario organizar nuestras aportaciones a la red de una forma racional. Para ello te propongo que hagas lo siguiente:
1. Coje un papel y un lápiz y haz un esquema similar al que ilustra esta entrada, donde aparezcan todos los servicios en los que publicas y las relaciones que has establecido entre ellos. Esto te permitirá saber cuántas veces muestras la misma información.
2. Elige cual será tu servicio de lifestreaming, el servicio web a través del que quieres mostrar tu ‘vida digital’. Puede ser Facebook, twitter, tumblr,… cualquier servicio que te permita enlazar con fuentes externas.
3. Tacha en tu gráfico las relaciones que se limitan a redistribuir un contenido de otro servicio y visita cada uno de los sitios para ‘desagregar’ estas publicaciones reiterativas.
4. Una vez que has elegido tu servicio de lifestreaming y has eliminado las publicaciones ‘extra’ haz una reflexión sobre los distintos servicios que usas: ¿tienen realmente una finalidad por si mismos dentro de tu esquema de proyectos en la red? ¿Eres capaz de aportar algo diferente en cada uno de ellos de manera que pueda tener sus propios suscriptores/seguidores?
Si la respuesta a estas dos preguntas no es afirmativa quizá merece la pena que borres la cuenta en estos servicios y concentres tus esfuerzos en aquellos en los que puedes aportar contenidos en torno a una temática determinada, o bien cumplen para tí una función concreta de la que no puedes prescindir.