Una aldea rural alemana sin nombre, un maestro forastero que es contratado para trabajar con los niños del lugar, una comarca señorial férreamente anclada a las tradiciones feudales: el señor en la cima, el pastor y el médico como los hombres prominentes, el administrador servil y las familias campesinas dependientes de los designios y los intereses del Barón.
Los niños, en la escuela, han aprendido lo que sus mayores tienen para ofrecerle, tomarán orgullosos los mandatos que le caben a su generación, recibirán y transmitirán a su turno los ideales, los principios, los tratos cotidianos y los castigos que les han sido enseñados con severidad y rigor. Sometidos, crueles, reprimidos, envidiosos, hipócritas y violentos, continuarán la obra moral y política que sus mayores les legaron.