Cuando empecé a usar el iPad a diario, hice el propósito de dejar de escribir notas en libretas de papel. No tanto para proteger el medio ambiente (si tengo que ser sincera), pero más bien tendía a pasar largos minutos, y a veces días, para encontrar mis ideas escritas entre una pila de documentos. Además a menudo la hoja me quedaba pequeña y añadía letra apretada en los márgenes que se volvía incomprensible con los días.