El marco de
gestión OSI [CCITT, X.701] define 5 áreas funcionales, en las cuales se divide
la gestión de red:
Gestión de fallas: Establece la generación
de notificaciones específicas de error (alarmas), el registro de las
notificaciones de error y la verificación de los recursos de red para trazar e
identificar fallas.
Gestión de configuración: Se distribuye en
actividades de inicialización, instalación, y abastecimiento.
Esto permite la colección de información de
configuración y estado en demanda, proporcionando facilidades de inventario y
además soporta el anuncio de cambios de configuración a través de notificaciones
relevantes.
Gestión de contabilidad: Consiste en
actividades de recolección de información de contabilidad y su procesamiento
para propósitos de cobranza y facturación. Estas actividades establecen un
límite contable para que un conjunto de costos se combinen con recursos
múltiples y se utilicen en un contexto de servicio.
Gestión de desempeño: Proporciona
información en forma ordenada para determinar la carga del sistema y de la red
bajo condiciones naturales y artificiales, proporcionando estadísticas y
permitiendo actividades de planeación de configuración.
Gestión de seguridad: Está relacionada con 2
aspectos de la seguridad del sistema: La gestión de seguridad misma, la cual
requiere la habilidad para supervisar y controlar la disponibilidad de
facilidades de seguridad, y reportar amenazas y rupturas en la seguridad. Y la
seguridad de la gestión, la cual requiere la habilidad para autentificar
usuarios y aplicaciones de gestión, con el fin de garantizar la
confidencialidad e integridad de intercambios de operaciones de gestión y
prevenir accesos no autorizados a la información.