Todas las medidas que intenten recuperar a esos alumnos expulsados (abandonados por el sistema) van en la buena dirección, pero la cuestión fundamental es qué sistema educativo es este que lleva al fracaso a tal proporción (30%), sobre todo cuando vamos teniendo evidencia, además, de que la relación del fracaso con las capacidades y competencias de los alumnos es, cuando menos, débil"