El trabajo colaborativo se define como aquellos procesos intencionales de un grupo para alcanzar objetivos específicos, más herramientas de dar soporte y facilitar el trabajo. Un ejemplo de esto son las llamadas tecnologías de la información y la comunicación.
Para un buen trabajo colaborativo se destacan cinco aspectos de gran importancia: (1) confianza ; (2) compromiso ; (3) comunicación ; (4) coordinación ; y (5) complementariedad.
Este tipo de trabajo ha empezado a ser utilizado en educación ya que las llamadas NTICs (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación) sí como la conectividad, permite que usuarios físicamente distantes realicen un trabajo en conjunto en forma on-line (en línea), pudiendo cada uno incorporar sus aportes, pues todos pueden editar y modificar los textos en forma interactiva[1] .