Los índices estadounidenses retoman fuerza tras perder un 6% la semana pasada aprovechando el rebote de las bolsas en Europa y mejores ventas minoristas de lo que se había anticipado en el llamado Black Friday.
El petróleo opera en terreno negativo presionado por la preocupación sobre el futuro de Europa y por la revalorización del dólar frente al euro y al yen, después de que las autoridades japonesas decidan intervenir su mercado cambiario.