La tecnología de micro-cogeneración que trata de impulsar este proyecto, consiste en la producción de calor y electricidad simultáneamente, de modo que permite conseguir ahorros de hasta un 40 por ciento en el consumo energético global, gracias a una reducción en las pérdidas de energía eléctrica en el transporte y en la distribución por el hecho de generarse 'in situ', en el mismo punto donde se necesita.
Teniendo en cuenta la energía eléctrica producida en cogeneración en el último año (1.300 GWh), "la repercusión de la supresión de estos dos incentivos está valorada en 25 millones de euros anuales en la industria cerámica (alrededor de unas 80 instalaciones con una potencia instalada de 330 MW)"
La reforma complica aún más el delicado momento que atraviesa el sector y comporta una enorme pérdida de competitividad "insalvable" frente a los otros países productores, "llevando al sector a pérdidas y, consecuentemente, al cierre de empresas y pérdida de empleo", asevera Ascer. El 80 por ciento de las ventas se dirigen hoy a la exportación, y ese alto coste adicional, intransferible a nuestros precios, nos situará fuera de mercado.
"Actualmente otras tecnologías diferentes de la cogeneración, como fotovoltaica o eólica, podrían estar en condiciones de suministrar energía eléctrica para autoconsumo de una manera competitiva, según el recurso disponible y coste de instalación, lo que ha despertado el interés por este concepto de consumidores eléctricos, y por tanto de instaladores y promotores.
Este interés ha suscitado un debate, en ocasiones poco documentado, que ha dado lugar a diferentes opiniones sobre la legalidad o no de autoconsumir producción propia de energía eléctrica."