“Antes de la pandemia, el mundo ya se enfrentaba a desafíos formidables para cumplir la promesa de la educación como derecho humano básico. A pesar de la matrícula casi universal en los primeros grados en la mayoría de los países, un número extraordinario de niños más de 250 millones - no estaban escolarizados, 2 y casi 800 millones de adultos eran analfabetos”.