El caso Volkswagen representa, a todos los efectos, el fracaso absoluto de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). No hay paliativos posibles: hablamos de una manipulación consciente, conocida a todos los niveles de la compañía, intencionadamente diseñada para obtener un plus de competitividad con el que hacer frente a la pujanza de otros competidores, y que consiguió poner a la marca en el trono de su industria a nivel mundial al tiempo que se publicitaba como ecológica y envenenaba todo el planeta.
Articulo del Blog de Enrique Dans, tambien publicado en Forbes en el que analiza los errores de Volkswagen al no aplicar sus criterios de RSC en sus políticas de producción.
Laia Blanch pertenece a War on Want, una organización del Reino Unido que trabaja estrechamente con los sindicatos de Bangladesh para mejorar las condiciones laborales y buscar justicia para las víctimas de accidentes como el del Rana Plaza, en el que murieron más de 1.000 personas.La activista dice que ni El Corte Inglés ni Primark han pagado las indemnizaciones a las que se habían comprometido y que Mango ni siquiera ofreció una compensación a las víctimas del incendio de Bangladesh.