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Ebey Soman

Religion and Ethics: Impossible Choices - 0 views

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    Impossible Choices presents the story of two women pregnant with fetuses that had major defects, each had to decide whether to give birth or terminate the pregnancy. This is the story of Leslie, who is from Virginia, and Mary Jo, who lives in New Jersey - both church going women faced with a moral, ethical and religious dilemma.
Carlos Brocca

La Ley de Dios - 0 views

  • Una ley moral. Los Diez Mandamientos revelan el patrón divino de conducta para la humanidad. Definen nuestra relación con nuestro Creador y Redentor, y nuestro deber para con nuestros semejantes. La Escritura llama pecado a la transgresión de la Ley de Dios (1 Jn.3:4).
    • Carlos Brocca
       
      Sí la escritura llama pecado a la transgresión de la ley de Dios es porque en realidad la ley es espiritual y no ceremonial.
  • Una ley espiritual. "Sabemos que la ley es espiritual" (Rom.7:14). Por lo tanto, únicamente los que son espirituales y tienen el fruto del Espíritu pueden obedecerla" (Jn.15:4; Gál.5:22,23). Es el Espíritu de Dios el que nos capacita para hacer su voluntad (Hech.1:8; Sal.51:10-12). Al permanecer en Cristo, recibimos el poder que necesitamos para llevar frutos para su gloria (Juan 15:5).
  • Las leyes humanas se refieren únicamente a los actos externos. Pero de la ley divina dice: "Amplio sobremanera es tu mandamiento" (Sal.119:96); abarca nuestros pensamientos más secretos, nuestros deseos y emociones como los celos, la envidia, la concupiscencia y la ambición. En el Sermón del Monte, Jesús hizo énfasis en esta dimensión espiritual de la ley, revelando que la transgresión comienza en el corazón (Mat.5:21, 22, 27,28; Mar.7:21-23).
  • ...89 more annotations...
  • El Decálogo es mucho más que una corta serie de prohibiciones; contiene principios sumamente abarcantes. No sólo se extiende en lo que no debemos hacer, sino que también abarca lo que debemos hacer.
  • No sólo requiere de nosotros que nos abstengamos de acciones y pensamientos malos; también debemos aprender a usar con fines benéficos los talentos y dones que Dios nos ha concedido. De este modo, cada precepto negativo tiene una dimensión positiva.
  • Por ejemplo, el sexto mandamiento que dice: "No matarás", tiene como su aspecto positivo "promoverás la vida". "Es la voluntad de Dios que sus seguidores busquen la forma de promover el bienestar y la felicidad de todo aquel que se coloca dentro de la esfera de su influencia. En un sentido profundo, la comisión evangélica las buenas nuevas de salvación y vida eterna en Jesucristo- descansa en el principio positivo incorporado en el sexto precepto".
  • "La ley de los Diez Mandamientos no ha de ser considerada tanto desde el aspecto de la prohibición, como desde el de la misericordia. Sus prohibiciones son la segura garantía de felicidad en la obediencia. Al ser recibida en Cristo, ella obra en nosotros la pureza de carácter que nos traerá gozo a través de los siglos eternos.
  • Es una muralla de protección para el obediente. Contemplamos en ella la bondad de Dios, quien al revelar a los hombres los principios inmutables de justicia, procura escudarlos de los males que provienen de la transgresión".
  • Una ley sencilla -
  • Una ley de principios
  • Los Diez Mandamientos constituyen un sumario de todos los principios correctos. Se aplican a la totalidad de la humanidad de todas las épocas. Dice la Escritura: "Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre" (Ec.12:13).
    • Carlos Brocca
       
      no solo para los judios, para todos
  • Los primero cuatro mandamientos definen nuestro deber para con nuestro Creador y Redentor, y los últimos seis regulan nuestros deberes para con nuestros semejantes. 
  • Esta división en dos aspectos se deriva de los dos grandes principios fundamentales del amor, sobre los cuales se funda la operación del reino de Dios: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo" (Luc.10:27; Deut.6:4,6; Lev.19:18).
  • Los que viven de acuerdo con estos principios se hallarán en completa armonía con los Diez Mandamientos, por cuanto éstos expresan dichos principios  en mayor detalle.
    • Carlos Brocca
       
      los 10 mandamientos son la norma a través de la cual se aplican los dos principios rectores que son el AMOR
    • Carlos Brocca
       
      los 10 mandamientos son la aplicación de los otros dos, es la norma por la cual se aplica la ley moral o espiritual
  • El quinto mandamiento requiere que los hijos se sometan a sus padres como los agentes asignados por Dios para la transmisión de su voluntad revelada a las generaciones futuras (Deut.4:6-9; 6:17).
  • El séptimo prescribe la pureza y salvaguarda la relación marital.
  • Una ley única. Los Diez Mandamientos poseen la distinción especial de ser las únicas palabras que Dios habló en forma audible ante una nación entera (Deut.5:22).
  • No deseando confiar esta ley a las mentes olvidadizas de los seres humanos, Dios procedió a grabar los mandamientos con su dedo en dos tablas de piedra que debían ser preservadas dentro del arca del tabernáculo (Exo.31:18; Deut.10:2).
    • Carlos Brocca
       
      quedaron en el arca del tabernáculo como testimonio del pacto, sobre la ley
  • Con el fin de ayudar a Israel en la aplicación de los mandamientos, Dios les dio leyes adicionales que detallaban su relación con él y con sus semejantes. Algunas de estas leyes adicionales enfocaban los asuntos civiles de Israel (leyes civiles); otras regulaban las ceremonias de los servicios del santuario (leyes ceremoniales). Dios comunicó al pueblo estas leyes adicionales valiéndose de un intermediario, Moisés, quien las escribió en el "libro de la ley", y las colocó "al lado del arca del pacto de Jehová" (Deut.31:25,26), no dentro del arca, como había hecho con la revelación suprema de Dios, el Decálogo. Estas leyes adicionales las instrucciones de Moisés se conocían como "el libro de la ley de Moisés" (Jos.8:31; Neh.8:1), "el libro de Moisés" (2 crón.25:4), o simplemente "la ley de Moisés" (2 Re.23:25; 2 Crón.23:18).
    • Carlos Brocca
       
      importantísimooooooooo, importantísimoooooooo !!! la distinción entre ley moral y ceremonial !!!!!
    • Carlos Brocca
       
      Las leyes escritas en el libro de la ley, estaban al lado del arca del pacto pero no adentro, porque la ley es espiritual y sobre ella es el pacto !!!!! importantísimo !!!!!
  • La ley es una delicia. La Ley de Dios es una inspiración para el alma. Dijo el salmista: "Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación". "He amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro". Aunque "aflicción y angustia se han apoderado de mí - afirma David-, tus mandamientos fueron mi delicia" (Sal.119:97, 127,143). Para los que aman a Dios "sus mandamientos no son gravosos" (1 Juan 5:3). Son los transgresores los que consideran que la ley es un yugo intolerable, por cuanto los designios de la mente pecaminosa "no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden" (Rom.8:7).
  • Revela la voluntad de Dios para la humanidad.  Como la expresión del carácter de Dios y de su amor, los Diez Mandamientos revelan su voluntad y propósitos para la humanidad. Demandan perfecta obediencia "porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos" (Sant.2:10). La obediencia a la ley como regla de nuestra vida, es vital para nuestra salvación. El mismo Jesús dijo: "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mat.19:17). Esta obediencia es posible únicamente por medio del poder que provee el Espíritu Santo al morar en nuestro interior.
  • Es la base del pacto de Dios. Moisés escribió los Diez Mandamientos con otras leyes explicativas, en un libro llamado el libro del pacto (Exo.20:1 ,24:8; Exo.24:4-7). Más tarde llamó a los Diez Mandamientos "las tablas del pacto", indicando su importancia como la base del pacto eterno (Deut.9:9;  4:13).
  • "todos tus mandamientos son justicia"
  • La ley, por lo tanto, establece la norma de justicia. Ninguno de nosotros será juzgado por su paciencia, sino por estos principios justos. "Teme a Dios, y guarda sus mandamientos" dice la Escritura-, "porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala" (Ec.12:13,14;  Sant.2:12).
  • A la manera de un reloj, no importa cuán bien puedan funcionar, deben estar "puestas de acuerdo con alguna regla exacta para ser de valor. Nuestras conciencias nos dicen que debemos ser justos, pero no nos dicen en qué consiste ser justo.
  • Únicamente la conciencia sincronizada con la gran norma de Dios -su ley- puede mantenernos libres de caer en el pecado.
  • Señala el pecado. Sin los Diez Mandamientos, los seres humanos no pueden ver con claridad la santidad de Dios, su propia culpabilidad, ni su necesidad de arrepentirse. Por no saber que su conducta constituye una violación de la Ley de Dios, no se sienten perdidos ni comprenden su necesidad de la sangre expiatoria de Cristo.
  • Con el fin de ayudar a que los individuos comprendan su verdadera condición, la ley funciona como un espejo (Sant.1:23-25). Los que "miran" en ella, ven sus propios defectos de carácter en contraste con el carácter justo de Dios. De este modo, la ley moral demuestra que todo el mundo es culpable delante de Dios (Rom.3:19), haciendo así que cada uno sea plenamente responsable delante de él.
  • "Por medio de la ley es el conocimiento del pecado" (Rom.3:20) por cuanto "el pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3:4). De hecho, Pablo afirmó: "Yo no conocí el pecado sino por la ley" (Rom.7:7). Al convencer a los pecadores de su pecado, les ayuda a darse cuenta de que están condenados bajo el juicio de la ira de Dios, y que confrontan la pena de muerte eterna. Los hace conscientes de su absoluta impotencia.
  • Es un agente en la conversión. La Ley de Dios es el instrumento que el Espíritu Santo usa para llevarnos a la conversión: "La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma" (Sal.19:7)
  • Entonces las buenas nuevas del Evangelio llegan a ser verdaderamente significativas. De este modo, la ley nos encamina hacia Cristo, el único que nos puede ayudar a escapar de nuestra desesperada situación. Es en este sentido que Pablo se refiere tanto a la ley moral como a la ley ceremonial como "nuestro ayo" para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe" (Gál.3:24).
  • Aun cuando la ley revela nuestro pecado, no por ello puede salvarnos. Tal como el agua es el medio de limpiar un rostro sucio, así también nosotros, después de haber descubierto nuestra necesidad mirándonos en el espejo de la ley moral de Dios, nos acercamos a la fuente que constituye un manantial abierto... para la purificación del pecado y de la inmundicia" (Zac.13:1) y somos purificados "en la sangre del Cordero" (apoc.7:14). Debemos mirar a Cristo, "y a medida que Cristo (nos) es revelado... sobre la cruz del Calvario, moribundo bajo el peso de los pecados de todo el mundo, el Espíritu Santo (nos) muestra... la actitud de Dios para con todos los que se arrepienten de sus transgresiones". Entonces la esperanza colma nuestras almas, y por fe nos aferramos de nuestro Salvador, quien nos extiende el don de la vida eterna (Juan 3:16).
  • Provee verdadera libertad. Cristo dijo que "todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado" (Juan 8:34). Cuando transgredimos la Ley de Dios, no tenemos libertad; pero la obediencia a los Diez Mandamientos nos asegura la verdadera libertad.
  • Vivir dentro de los confines de la Ley de Dios significa libertad del pecado. Además, significa ser libres de lo que acompaña al pecado: La continua preocupación, las heridas de la conciencia, y una carga creciente de culpabilidad y remordimiento que desgasta nuestras fuerzas vitales.
  • Dice el salmista: "Andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos" (Sal.119:45). Santiago se refiere al Decálogo llamándolo "la ley real", "la perfecta ley, la de la libertad" (Sant.2:8; 1:25).
  • Un yugo es un instrumento de servicio; al dividir la carga, hace que sea más fácil realizar diversas tareas. Cristo nos ofrece su compañía bajo el yugo. El yugo mismo es la ley; "la gran ley de amor revelada en el Edén, proclamada en el Sinaí, y en el nuevo pacto escrita en el corazón, es la que liga al obrero humano a la voluntad de Dios".
  • Cuando compartimos el yugo de Cristo, significa que cada día tenemos que negar al yo. Cristo puede darnos la doble resolución, la voluntad de sufrir y de librar las batallas del Señor con energía perseverante. El nos capacita para tener éxito en lo que antes era imposible. De este modo, la ley, escrita en nuestros corazones, se convierte en una delicia y un gozo. Somos libres porque deseamos vivir conforme a los mandamientos divinos.
  • Si se presenta la ley sin el poder salvador de Cristo, no hay libertad del pecado. Pero la gracia salvadora de Dios, la cual no anula la ley, pone a nuestro alcance el poder que nos libra del pecado, porque "donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Cor.3:17).
  • Domina el mal y trae bendiciones. El aumento en los crímenes, la violencia, la inmoralidad y la maldad que inunda el mundo, se ha originado en el desprecio del Decálogo.
  • Dondequiera que se acepta esta ley, inmoviliza el pecado, promueve la conducta correcta, y se convierte en un medio de establecer la justicia. Las naciones que han incorporado sus  principios, en sus leyes han experimentado grandes bendiciones. Por otra parte, el abandono de sus principios causa una decadencia progresiva.
  • "La justicia engrandece a la nación", declara la Escritura, y "con justicia será afirmado el trono" (Prov.14:34; 16:12). Los que rehusaban obedecer los mandamientos de Dios sufrían calamidades (Sal.89:31,32). "La maldición de Jehová está en la casa del impío, pero bendecirá la morada de los justos" (Prov.3:33; Lev.26; deut.28). El mismo principio general continúa siendo válido en nuestros días.
  • Por cuanto la ley moral de los Diez Mandamientos es un reflejo del carácter de Dios, sus principios no son temporales ni sujetos a las circunstancias, sino absolutos, inmutables, y de validez permanente para la humanidad. A través de los siglos, los cristianos han creído firmemente en la perpetuidad de la Ley de Dios, afirmando con decisión su validez continua.
  • La ley antes del Sinaí. La ley existía mucho antes de que Dios le diera el Decálogo a Israel. Si no hubiese sido así, no podría haber existido pecado antes del Sinaí, "pues el pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3:4). El hecho  de que Lucifer y sus ángeles pecaron, provee evidencia de la presencia de la ley aún antes de la creación (2 Ped.2:4).
    • Carlos Brocca
       
      La base para entender porqué la ley existia desde antes !!!!
  • Cuando Dios creó a Adán y Eva a su imagen, implantó en sus mentes los principios morales de la ley, haciendo que para ellos el acto de cumplir la voluntad de su Creador fuese algo natural. Su transgresión introdujo el pecado en la familia humana (Rom.5:12).
  • Más tarde, Dios dijo de Abrahán que "oyó... mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes"
  • Gén.26:5). Moisés, por su parte, enseñó los estatutos y las leyes de Dios  antes del Sinaí (Exo.16; 18:16).
  • El estudio del libro del Génesis demuestra que los Diez Mandamientos eran conocidos  mucho antes del Sinaí. Dicho libro revela que, antes que Dios diera el Decálogo, la gente se daba cuenta de que los actos que éste prohíbe eran malos. Esta comprensión general de la ley moral muestra que Dios proveyó a la humanidad con el conocimiento de los Diez Mandamientos.
  • La ley en el Sinaí. Durante su largo período de esclavitud en Egipto una nación que no reconocía al Dios verdadero (Exo.5:2), los israelitas vivieron en la idolatría y la corrupción. En consecuencia, perdieron mucho de su comprensión de la santidad, la pureza y los principios morales de Dios. Su condición de esclavos hizo que para ellos fuese difícil adorar a Dios.
  • Respondiendo a su clamor desesperado en procura de ayuda, Dios recordó su pacto con Abrahán y determinó librar a su pueblo, sacándolos "del horno de hierro" (Deut.4:20)
  • para conducirlos a una tierra en donde "guardasen sus estatutos y cumpliesen sus leyes" (Sal.105:43-45).
  • Después de su liberación, los condujo al monte Sinaí y les dio la ley moral que es la norma de su gobierno y las leyes ceremoniales que les enseñarían a reconocer que el camino de la salvación depende del sacrificio expiatorio del Salvador. De este modo, en el Sinaí Dios promulgó su ley en forma directa, en términos claros y sencillos, "a causa de las transgresiones" (Gál.3:19), "a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso" (Rom.7:13). Tan sólo si lograban distinguir con gran claridad la ley moral de Dios, podrían los israelitas volverse conscientes de sus transgresiones, descubrir su impotencia y comprender su necesidad de salvación.
    • Carlos Brocca
       
      Por eso la ley dada a Israel
  • La ley antes del retorno de Cristo. La Biblia revela que la Ley de Dios es el objeto de los ataques de Satanás, y que la guerra del diablo contra ella alcanzará su mayor intensidad poco antes de la segunda venida. La profecía indica que Satanás inducirá a la vasta mayoría de los seres humanos a que desobedezcan a Dios (Apoc.12:9). Obrando a través del poder de "la bestia", dirigirá la atención del mundo hacia la bestia en vez de Dios (Apoc.13:3).
  • 1. La ley bajo ataque. Daniel 7 describe este mismo poder simbolizándolo con un pequeño cuerno.
  • Este poder procuraría cambiar la Ley de Dios (Dan.7:25) y había de continuar hasta el retorno de Cristo. Por sí mismo, este ataque es evidencia de que la ley continuaría teniendo significado en el plan de salvación. La visión termina asegurándole al pueblo de Dios que este poder no logrará eliminar la ley, porque el juicio destruirá al cuerno pequeño (Dan.7:11,26-28).
  • 2. Los santos defienden la ley. La obediencia caracteriza a los santos que esperan la segunda venida.
  • En preparación para la segunda venida, este grupo de creyentes proclaman el Evangelio, llamando a otros a adorar al Señor como Creador (Apoc.14:6,7). Los que adoran a Dios en amor le obedecerán; el apóstol Juan declaró: "Este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos" (1 Juan 5:3).
  • 3. Los juicios de Dios y la ley. El juicio de Dios que consiste en las siete últimas plagas que caen sobre los desobedientes, se origina en el templo "del tabernáculo del testimonio" en el cielo (Apoc.15:5). En Israel se conocía bien el término el tabernáculo del testimonio; designaba el tabernáculo que Moisés había construido (Núm.1:50,53; 17:8; 18:2). Se lo llamaba así porque el tabernáculo contenía "el arca del testimonio" (Exo.26:34), la cual contenía las tablas del "testimonio" (Exo.31:18). Vemos así que los Diez Mandamientos son el "testimonio" de la voluntad divina, revelado a la humanidad (Exo.34:28,29).
  • Pero Apoc.20:5, dice que "fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio". La estructura que erigió Moisés era simplemente una copia del templo celestial (Exo.25:8,40;Heb.8:1-5); el gran original de los Diez Mandamientos está allí guardado. El hecho de que los juicios del tiempo del fin se hallan íntimamente relacionados con la transgresión de la Ley de Dios, añade evidencia a favor de la perpetuidad de los Diez Mandamientos.            
  • El libro de Apocalipsis también muestra la apertura del templo celestial, lo cual descubre ante la vista "el arca de su pacto" (Apoc.11:19). La expresión arca del pacto designaba el arca del santuario terrenal, la cual contenía las tablas con "las palabras del pacto", los Diez Mandamientos (Exo.34:27; 10:33; Deut.9:9).
  • El arca del pacto que se halla en el santuario celestial es el arca original que contiene las palabras del pacto eterno  el Decálogo original. Es claro, entonces, que el tiempo de los juicios finales que Dios envía sobre el mundo (Apoc.11:18) está relacionado con la apertura del templo celestial, con su punto focal en el arca que contiene los Diez Mandamientos; en verdad, esta escena constituye un cuadro apropiado de la magnificación de la Ley de Dios como la norma del juicio.
  • La ley y el Evangelio antes del Sinaí. Cuando Adán y Eva pecaron, supieron que significan la culpa, el temor y la necesidad (Gén.3:10). En respuesta a su necesidad, Dios no anuló la ley que los condenaba; en cambio, les ofreció el Evangelio que los restauraría a la comunión con él y a la obediencia de su santa ley.
  • El Evangelio consistía en la promesa de redención por medio de un Salvador, la Simiente de la mujer, el cual un día vendría para triunfar sobre el mal (Gén.3:15).
  • El perdón podría ser obtenido únicamente por el derramamiento de sangre, por medio de la muerte del Salvador. Al creer que el sacrificio de los animales simbolizaba la muerte expiatoria del Salvador en su lugar, obtendrían el perdón de sus pecados. La salvación sería por gracia.
    • Carlos Brocca
       
      El viejo pacto, los sacrificios, tipos del cordero
  • Esta promesa evangélica era el centro del pacto eterno de gracia que Dios le ofreció a la humanidad (Gén.12:1-3; 15:4,5; 17:1-9). Se hallaba íntimamente relacionada con la obediencia a la Ley de Dios (Gén.18:18,19; 26:4,5). El Hijo de Dios sería la garantía del pacto divino, el punto focal del Evangelio, el "Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo" (Apoc.13:8).
  • Dijo David: "La misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra" (Sal.103:17,18).
    • Carlos Brocca
       
      Muy importante !!!!!
  • La ley y el Evangelio en el Sinaí. Existe una relación estrecha entre el Decálogo y el Evangelio. Por ejemplo, el preámbulo de la ley se refiere a Dios como el que libertó a su pueblo de la esclavitud (Exo.20:1,2). Y luego de la proclamación de los Diez Mandamientos, Dios instruyó a los israelitas a que erigieran un altar y comenzaran a ofrecer los sacrificios que habían de revelar su gracia salvadora.
  • Fue en el monte Sinaí donde Dios le reveló a Moisés una gran porción de la ley ceremonial que tenía que ver con la construcción del santuario, lugar en el cual Dios moraría con su pueblo y se encontraría con ellos para compartir sus bendiciones y perdonar sus pecados (Exo.24:9 - 31:18). Esta expansión del sencillo sistema de sacrificios que había existido antes del Sinaí, bosquejaba la obra mediadora de Cristo para la redención de los pecadores y la vindicación de la autoridad y santidad de la Ley de Dios.
  • La morada de Dios se hallaba en el Lugar Santísimo del santuario terrenal, sobre el propiciatorio del arca en la cual se guardaban los Diez Mandamientos. Cada aspecto de los servicios del santuario simbolizaba al Salvador. Los sacrificios de sangre apuntaban a su muerte expiatoria, la cual redimiría a la raza humana de la condenación de la ley.
  • El Decálogo fue colocado dentro del arca; por su parte, las leyes ceremoniales, junto con los reglamentos civiles que Dios le dio al pueblo, fueron escritos en el "libro de la ley", el cual fue colocado junto al arca del pacto como "testigo contra" el pueblo (Deut.31:26). Siempre que pecaban, este "testigo" condenaba sus acciones y proveía elaborados requisitos para la reconciliación con Dios. Desde el Sinaí hasta la muerte de Cristo, los transgresores del Decálogo hallaron esperanza, perdón y purificación por fe en el Evangelio revelado por los servicios del santuario que prescribía la ley ceremonial. La ley y el Evangelio después de la cruz. Según han observado numerosos cristianos, la Biblia indica que, si bien la muerte de Cristo abolió la ley ceremonial, no hizo sino confirmar la perdurable validez de la ley moral.
    • Carlos Brocca
       
      muy importante
  • 1. La ley ceremonial. Cuando Cristo murió, cumplió el simbolismo profético del sistema de sacrificios. El tipo se encontró con el antitipo, y la ley ceremonial llegó a su fin. Siglos antes, Daniel había predicho que la muerte del Mesías haría "cesar el sacrificio y la ofrenda" (Dan.9:27). Cuando Jesús murió, el velo del templo fue rasgado sobrenaturalmente de arriba abajo (Mat.27:51), indicando así el fin del significado espiritual de los servicios del templo.
  • Si bien es cierto que la ley ceremonial cumplía un papel vital antes de la muerte de Cristo, en muchas maneras era deficiente, sólo "teniendo la sombra de los bienes venideros" (Heb.10:1). Cumplía un propósito momentáneo, habiéndole sido impuesta al pueblo de Dios "hasta el tiempo de reformar las cosas" (Heb.9:10; Gál.3:19), es decir, hasta el momento en que Cristo muriera como el verdadero Cordero de Dios.
  • A la muerte de Cristo, la jurisdicción de la ley ceremonial llegó a su fin. El sacrificio expiatorio del Salvador proveyó el perdón de todos los pecados. Este acto anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz" (Col.2:14; Deut.31:26). Desde entonces, ya no fue necesario realizar las elaboradas ceremonias que de todos modos no eran capaces de quitar los pecados ni de purificar la conciencia (Heb.10:4; 9:9,14). No más preocupación acerca de las leyes ceremoniales, con sus complejos requerimientos relativos a las ofrendas de bebidas y alimentos, las celebraciones de diversos festivales (la Pascua, el Pentecostés, etc.), las nuevas lunas o los sábados ceremoniales (Col.2:16; Heb.9:10), "todo lo cual es sombra de lo que ha de venir" (Col.2:17).
    • Carlos Brocca
       
      Estudiarlo bien, porque habla de las leyes ceremoniales y las fiestas solemnes
  • Con la muerte de Jesús, los creyentes ya no tenían ninguna necesidad de poner su atención en las sombras, es decir, los reflejos de la realidad en Cristo. Ahora podrían acercarse al Salvador directamente, ya que la sustancia o el cuerpo "es de Cristo" (Col.2:17).
  • Tal como había sido interpretada por los judíos, la ley ceremonial se había convertido en una barrera entre ellos y otras naciones. Había llegado a ser un gran obstáculo para el cumplimiento de su misión de iluminar el mundo con la gloria de Dios. La muerte de Cristo abolió esta "ley de los mandamientos expresados en ordenanzas" entre los judíos y gentiles, y creando así una familia de creyentes reconciliados "mediante la cruz... en un solo cuerpo" (Efe.2:14-16).
  • 2. El Decálogo y la cruz. Si bien es cierto que la muerte de Cristo terminó con la autoridad de la ley ceremonial, por otra parte estableció la ley de los Diez Mandamientos. Cristo quitó la maldición de la ley, librando así de su condenación a los creyentes. Sin embargo, el hecho de que haya realizado esto, no significa que la ley haya sido abolida, dándonos libertad para violar sus principios. El abundante testimonio bíblico referente a la perpetuidad de la ley refuta este concepto.
  • a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia" (Rom.6:13,14).
  • Así pues, los cristianos no guardan la ley con el fin de obtener la salvación; los que procuren hacer eso lograrán tan sólo hundirse más en la esclavitud del pecado. "
  • Pero los que están bajo la gracia reciben no sólo libertad de la condenación (Rom.8:1), sino también el poder para vencer (Rom.6:4). De este modo, el pecado ya no tendrá dominio sobre ellos".
  • Por lo tanto, todo aquel que cree en Cristo, comprende que el Salvador es el fin de la ley como instrumento de obtener justicia. En nosotros, somos pecadores pero en Jesucristo somos justos por medio de su justicia.
  • Eso sí, el estar bajo la gracia no les da a los creyentes permiso para continuar en el pecado con el fin de hacer que la gracia abunde (Rom.6:1). Más bien, la gracia suple el poder que hace posible la obediencia y la victoria sobre el pecado. "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Rom.8:1).
  • La muerte de Cristo magnificó la ley, exaltando su autoridad universal. Si el Decálogo pudiera haber sido cambiado, el Salvador no habría tenido que morir. Pero por cuanto esta ley es absoluta e inmutable, requiere el derramamiento de sangre con el fin de pagar la pena que impone. Este requerimiento, Cristo lo satisfizo plenamente por su muerte inocente en la cruz, poniendo la vida eterna a la disposición de todos los que aceptasen su magnífico sacrificio.
  • l abundante amor de Dios despierta en el pecador arrepentido una respuesta que se manifiesta en obediencia amorosa por el poder de la gracia derramada en tal abundancia. Los creyentes que comprenden cuánto valora Cristo la ley y que además estiman las bendiciones de la obediencia, estarán bajo una poderosa motivación para vivir vidas semejantes a Cristo.
  • Cristo y la ley. Cristo tenía supremo respeto por la ley de los Diez Mandamientos. Como el gran "Yo Soy", él mismo proclamó desde el Sinaí la ley moral de su Padre (Juan 8:58; Exo.3:14). Parte de su misión en este mundo consistía en "magnificar la ley y engrandecerla" (Isa.42:21)
  • El Evangelio de Jesús produjo una fe que exaltó firmemente la validez del Decálogo. Dijo Pablo: "¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley" (Rom.3:31).
  • Como sus seguidores, los cristianos han sido llamados a magnificar la Ley de Dios en sus vidas. Por haber él mismo vivido una vida de amorosa obediencia, Cristo hizo énfasis en el hecho de que sus seguidores deben ser guardadores de los mandamientos
  • Cuando se le preguntó acerca de los requisitos para la vida eterna, replicó: "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mat.19:17). Además, el Salvador amonestó contra la violación de este principio al decir: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos". A los que quebranten la ley no se les permitirá la entrada (Mat.7:21-23).
  • Sin embargo, él deseaba que sus creyentes no se amaran unos a otros conforme el mundo interpreta el amor, es decir, en forma egoísta o sentimental. Con el fin de explicar a qué clase de amor se refería, Cristo dio "un nuevo mandamiento" (Juan 13:34). Este nuevo mandamiento no había de reemplazar al Decálogo, sino que proveería a los creyentes con "un ejemplo de  qué es realmente el verdadero amor abnegado, tal como nunca antes de había visto en el mundo. En este sentido, su mandamiento podría ser descrito como algo nuevo.
    • Carlos Brocca
       
      muy importante
  • Les encargaba a los creyentes no sólo que os améis unos a otros, sino que os améis unos a otros, como yo os he amado (Juan 15:12). Hablando estrictamente, aquí tenemos una evidencia más de cómo Cristo magnificó el amor de su Padre".
  • "Permaneced en mí". Son palabras de gran significado. Permanecer en Cristo significa una fe viviente, ferviente, refrigerante que obre por el amor y purifique el alma. Significa una recepción constante del espíritu de Cristo, una vida de entrega sin reservas a su servicio. Donde exista esta unión, aparecerán las buenas obras. La vida de la vid se manifestará en fragantes frutos en las ramas. La continua provisión de la gracia de Cristo os bendecirá y os convertirá en una bendición, hasta que podáis decir con Pablo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí" (Gál. 2: 20). "pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo" (Heb.8:10).
  • La obediencia desarrolla un carácter cristiano y produce una sensación de bienestar, haciendo que los creyentes crezcan "como niños recién nacidos" y sean transformados en la imagen de Cristo (1 Ped.2:2; 2 Cor.3:18). Esta transformación de pecadores a hijos de Dios provee un testimonio efectivo del poder de Cristo.
  • La Escritura declara "bienaventurados" a todos "los que andan en la ley de Jehová" (Sal.119:1), "que en la ley de Jehová está su delicia" y que meditan "en su ley... de día y de noche" (Sal.1:2). Las bendiciones de la obediencia son muchas:
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