Grandes depositantes del Banco de Chipre pierden casi el 50 por ciento de sus ahorros asegurados. A cambio de los ahorros perdidos, los clientes de los bancos recibirán acciones y bonos convertibles del banco. Las autoridades chipriotas tendrán que tomar las medidas con el fin de satisfacer a la "troika de acreedores", incluida la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Uno sólo puede preguntarse cómo las terribles crisis de deuda causadas por las creadas artificialmente cargas insostenibles de deuda que jamás podrían resolverse mediante la adopción de imposición de una deuda cada vez más alta, más pesad y de más largo plazo.