En las últimas décadas del siglo 20, casi todas las organizaciones experimentaron con algún tipo u otro de cambio estructural. Los grandes conglomerados se deshicieron y las grandes burocracias se pusieron "a dieta" buscando mayor efectividad y flexibilidad. Las fusiones y separaciones se sucedieron y se producían adquisiciones y ventas en respuesta a un mundo que cambiaba a una velocidad inusitada.