"The time is now. For decades, scientists have been raising calls for societal changes that will reduce our impacts on nature. Though much conservation has occurred, our natural environment continues to decline under the weight of our consumption. Humanity depends directly on the output of nature; thus, this decline will affect us, just as it does the other species with which we share this world. Díaz et al. review the findings of the largest assessment of the state of nature conducted as of yet. They report that the state of nature, and the state of the equitable distribution of nature's support, is in serious decline. Only immediate transformation of global business-as-usual economies and operations will sustain nature as we know it, and us, into the future."
"Back in the 1980s, a group of social workers in Jamaica visited low-income homes one hour a week for two years, bearing age-appropriate toys for the kids and advice on child rearing for the parents. Researchers tracked the outcomes, and a generation later, the results are in.
The children whose homes were visited by social workers became adults who earn wages that are 25 percent higher than those earned by peers who had not been visited. Their I.Q.s are an average seven points higher, and they are less likely to resort to crime or suffer from depression.
Other studies, including several recent ones in the United States, have shown similar results, contributing to a consensus on the importance of early childhood development that has led governments around the world to increase spending on the first five years of life. In Latin America and the Caribbean, a region of longstanding social and economic inequality, several countries have been especially ambitious. Brazil and Chile doubled the coverage of day care services over the past decade, while in Ecuador they grew sixfold.
These investments build on historic gains in child nutrition and health. But while Latin American children are now healthier and more likely to attend preschool, they still lag far behind in learning, particularly in the areas of language and cognition, when compared with their counterparts in wealthy countries.
What are we doing wrong?
..."
"Back in the 1980s, a group of social workers in Jamaica visited low-income homes one hour a week for two years, bearing age-appropriate toys for the kids and advice on child rearing for the parents. Researchers tracked the outcomes, and a generation later, the results are in.
The children whose homes were visited by social workers became adults who earn wages that are 25 percent higher than those earned by peers who had not been visited. Their I.Q.s are an average seven points higher, and they are less likely to resort to crime or suffer from depression.
Other studies, including several recent ones in the United States, have shown similar results, contributing to a consensus on the importance of early childhood development that has led governments around the world to increase spending on the first five years of life. In Latin America and the Caribbean, a region of longstanding social and economic inequality, several countries have been especially ambitious. Brazil and Chile doubled the coverage of day care services over the past decade, while in Ecuador they grew sixfold.
These investments build on historic gains in child nutrition and health. But while Latin American children are now healthier and more likely to attend preschool, they still lag far behind in learning, particularly in the areas of language and cognition, when compared with their counterparts in wealthy countries.
What are we doing wrong?
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"The Environment & Society Portal is a project of the Rachel Carson Center for Environment and Society, a joint initiative of LMU Munich and the Deutsches Museum. The center is supported by a grant from the German Federal Ministry for Education and Research. Read more about the Portal in English and in German. "
"El decrecimiento plantea una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza. La consigna del decrecimiento tiene como meta abandonar el objetivo del crecimiento por el crecimiento.
Sin una disminución controlada del crecimiento económico, es decir, sin decrecimiento, no es posible la conservación del medio ambiente. El mito del crecimiento ilimitado, núcleo central de la ideología neoliberal, no puede llevar más que a la reducción de los recursos naturales y a la destrucción del medio ambiente.
El decrecimiento se ha convertido en un imperativo porque el nivel de depredación de los recursos naturales ya ha sobrepasado la capacidad de regeneración natural del planeta. Y el calentamiento global que esta produciendo nuestro modelo de crecimiento desenfrenado se ha convertido ya en una grave amenaza para las generaciones futuras.
¿Qué pasaría si apostáramos por el decrecimiento? Dice el refrán que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita. El reto estaría en vivir mejor con menos. Es el concepto del buen vivir.
Los defensores del decrecimiento argumentan que no se debe pensar en el concepto como algo negativo, sino muy al contrario: cuando un río se desborda, todos deseamos que decrezca para que las aguas vuelvan a su cauce.
A partir de la metáfora del caracol, que avanza lento pero seguro, este vídeo de Decrecimiento y Buen Vivir explica en 1 minuto lo que es el decrecimiento."
"El decrecimiento plantea una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza. La consigna del decrecimiento tiene como meta abandonar el objetivo del crecimiento por el crecimiento.
Sin una disminución controlada del crecimiento económico, es decir, sin decrecimiento, no es posible la conservación del medio ambiente. El mito del crecimiento ilimitado, núcleo central de la ideología neoliberal, no puede llevar más que a la reducción de los recursos naturales y a la destrucción del medio ambiente.
El decrecimiento se ha convertido en un imperativo porque el nivel de depredación de los recursos naturales ya ha sobrepasado la capacidad de regeneración natural del planeta. Y el calentamiento global que esta produciendo nuestro modelo de crecimiento desenfrenado se ha convertido ya en una grave amenaza para las generaciones futuras.
¿Qué pasaría si apostáramos por el decrecimiento? Dice el refrán que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita. El reto estaría en vivir mejor con menos. Es el concepto del buen vivir.
Los defensores del decrecimiento argumentan que no se debe pensar en el concepto como algo negativo, sino muy al contrario: cuando un río se desborda, todos deseamos que decrezca para que las aguas vuelvan a su cauce.
A partir de la metáfora del caracol, que avanza lento pero seguro, este vídeo de Decrecimiento y Buen Vivir explica en 1 minuto lo que es el decrecimiento."
"Si hoy, en la situación de extralimitación planetaria (overshoot) en que nos hallamos, consideramos esa locura de no querer para sí ventajas con respecto a la situación de quienes se hallan peor; si hoy quisiéramos actualizar la locura igualitaria (llamémosla solidaridad) de Simone Weil pensando en los límites biofísicos de la Tierra, ¿qué hallaríamos? Jennie Moore y William E. Rees, a partir de la metodología de la huella ecológica, se plantean esa clase de preguntas. Aproximadamente la quinta parte de la población mundial vivimos en países de renta alta (la mayor parte de Norteamérica, Europa, Japón y Australia, más las elites consumistas de los países de renta baja). Superamos entre tres y seis veces (o incluso más) la capacidad ecológica de nuestro propio territorio, a costa de otros; nos apropiamos de las cuatro quintas partes de los recursos mundiales y generamos la mayor parte de las emisiones de gases de "efecto invernadero". Grosso modo, ese sector de renta alta vivimos como si dispusiéramos de los recursos y la capacidad asimilativa de tres planetas Tierra. Si nos ciñéramos, a lo Simone Weil, a vivir como en una sola Tierra -¡la cual es de hecho la única morada de que disponemos!-, ¿qué resulta?
Según los datos de estos investigadores, la ingesta de carne debería reducirse aproximadamente a una quinta parte (de unos cien kg. anuales a unos veinte). El espacio habitado, a una cuarta parte (de unos 34 metros cuadrados en promedio a 8). El consumo energético por hogar, a una cuarta parte (de 33'5 gigajulios anuales a 8'4). Los desplazamientos en vehículo motorizado, a menos de la décima parte (de 6.600 km./ año a 582). Los desplazamientos en avión, a la vigésimocuarta parte (de 2.943 km./ año a 125). Los vehículos motorizados, a sólo cuatro por mil habitantes. Sí: en un país como España, tendríamos que pasar de veintitantos millones de vehículos a sólo 180.000…[2] Nada de automóviles privados, sino sólo las
"Si hoy, en la situación de extralimitación planetaria (overshoot) en que nos hallamos, consideramos esa locura de no querer para sí ventajas con respecto a la situación de quienes se hallan peor; si hoy quisiéramos actualizar la locura igualitaria (llamémosla solidaridad) de Simone Weil pensando en los límites biofísicos de la Tierra, ¿qué hallaríamos? Jennie Moore y William E. Rees, a partir de la metodología de la huella ecológica, se plantean esa clase de preguntas. Aproximadamente la quinta parte de la población mundial vivimos en países de renta alta (la mayor parte de Norteamérica, Europa, Japón y Australia, más las elites consumistas de los países de renta baja). Superamos entre tres y seis veces (o incluso más) la capacidad ecológica de nuestro propio territorio, a costa de otros; nos apropiamos de las cuatro quintas partes de los recursos mundiales y generamos la mayor parte de las emisiones de gases de "efecto invernadero". Grosso modo, ese sector de renta alta vivimos como si dispusiéramos de los recursos y la capacidad asimilativa de tres planetas Tierra. Si nos ciñéramos, a lo Simone Weil, a vivir como en una sola Tierra -¡la cual es de hecho la única morada de que disponemos!-, ¿qué resulta?
Según los datos de estos investigadores, la ingesta de carne debería reducirse aproximadamente a una quinta parte (de unos cien kg. anuales a unos veinte). El espacio habitado, a una cuarta parte (de unos 34 metros cuadrados en promedio a 8). El consumo energético por hogar, a una cuarta parte (de 33'5 gigajulios anuales a 8'4). Los desplazamientos en vehículo motorizado, a menos de la décima parte (de 6.600 km./ año a 582). Los desplazamientos en avión, a la vigésimocuarta parte (de 2.943 km./ año a 125). Los vehículos motorizados, a sólo cuatro por mil habitantes. Sí: en un país como España, tendríamos que pasar de veintitantos millones de vehículos a sólo 180.000…[2] Nada de automóviles privados, sino sólo las
"Objetivos: Al final de la sesión, el alumnado conocerá que la huerta ofrece productos diferentes en los meses de frío y de calor y que existen diferentes variedades de cada alimento."
"Objetivos: Al final de la sesión, el alumnado conocerá que la huerta ofrece productos diferentes en los meses de frío y de calor y que existen diferentes variedades de cada alimento."
Sinopsis: La crisis económica mundial desde el punto de vista de Bernardo Kliksberg. El economista argentino reflexiona, en veinticinco capítulos, sobre la exclusión, la reconstrucción del Estado, la idea del capital social, la ética, la construcción de una economía con rostro humano, entre otros temas. Una mirada estadística y positiva para conocer soluciones posibles.
"...
"Al menos un tercio de las amenazas a la biodiversidad en todo el mundo están vinculadas a la producción para el comercio internacional", explican los autores de este estudio que aparece en Nature Ecology & Evolution. En este trabajo se localizaron los puntos clave del planeta en los que hay casi 7.000 especies amenazadas y se trazó su conexión con la cadena de consumo de la UE, EE UU, China y Japón. De este modo, se puede ver fácilmente cómo los animales en peligro de determinados puntos del planeta sufren con la demanda de bienes por parte de los grandes consumidores.
..."
Qué es el trabajo, qué son los recursos, qué es el capital, qué es el consumismo, qué son las necesidades (reales o impuestas), qué es la vida, qué es la sociedad, qué somos, qué hacemos, qué creamos, qué destruimos, a quiénes destruimos, qué es tuyo, por qué es tuyo, somos conscientes... ¿de qué somos conscientes?
Qué es el trabajo, qué son los recursos, qué es el capital, qué es el consumismo, qué son las necesidades (reales o impuestas), qué es la vida, qué es la sociedad, qué somos, qué hacemos, qué creamos, qué destruimos, a quiénes destruimos, qué es tuyo, por qué es tuyo, somos conscientes... ¿de qué somos conscientes?
Material actualizado de @JorgeRiechmann.
"Los científicos creen que la velocidad del cambio climático superará dentro de poco tiempo la capacidad de adaptación de la naturaleza con respecto al clima terrestre. De hecho, el fenómeno puede compararse a los efectos de una guerra nuclear, en lo que atañe a su capacidad para trastornar una amplia variedad de sistemas humanos y naturales, para dificultar las tareas de gestión económica y para generar otros problemas diversos. Las obras de regadío, las formas de repoblación rural y la producción de alimentos quedaría trágicamente desbaratadas como consecuencia de un rápido calentamiento."
Lester R. Brown, Christopher Flavin y Sandra Postel en 1990
"Nuestra economía está en guerra con muchas formas de vida en la Tierra, incluida la vida humana. Lo que el clima necesita para evitar el colapso es una contracción en el uso que hace la humanidad de los recursos de que dispone; lo que nuestro modelo económico exige para evitar el colapso es una expansión sin trabas. Sólo uno de estos conjuntos de normas puede ser cambiado, y no será precisamente el de las leyes de la naturaleza..."
John Bellamy Foster y Brett Clark en 2015
"¿Quieres exponer los paneles en tu colegio, instituto, universidad, centro de trabajo, asociación...? Pónte en contacto con Ecologistas en Acción de Valladolid...
La exposición Los límites del crecimiento está formada por 12 paneles:
Los límites del crecimiento
La verdadera sostenibilidad
Colapsos: no vivimos solos, somos parte de un ecosistema
¿Qué está pasando con el petróleo?
Exprimiendo las últimas gotas. ¿Merece la pena?
Nuclear, gas, carbón, ¿son la solución?
Las renovables son el futuro... pero son limitadas
Adiós a la cultura de usar y tirar
¿Qué hacemos con nuestro modelo de vida?
De la economía del crecimiento...
... a las economía del «buen vivir»
¿Qué puedo hacer yo?
y ha sido elaborada por: Ecologistas en Acción de Valladolid, Entrepueblos y Grupo de Energía y Dinámica de Sistemas de la Universidad de Valladolid"
"Cuando se levante Vd. mañana puede darse una ducha caliente para empezar el día. Luego ir a su cocina y usar una variedad de dispositivos eléctricos para preparar el desayuno. Si tiene la suerte de tener un empleo entonces usted viajará a trabajar en un coche o usando el transporte público. Toda esta actividad requiere el uso de los recursos energéticos finitos a la vez que la producción de cantidades variables de dióxido de carbono. De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza alguien como yo necesita 2.19 planetas para mantener mi estilo de vida. "
"8 estrategias de los medios de comunicación para no hablar del capitalismo
El capitalismo no será retransmitido
La industria de la comunicación es una de las más concentradas en la globalización económica. Los grupos mediáticos dominantes producen y emiten saberes, ideas, actitudes y valores. A su vez, tienen la potestad de imponer una agenda, parcelar la realidad, definir qué es una "noticia" y determinar cómo será tratada. Detrás subyace su función más importante: construir el imaginario social y conservar el statu quo."
"El pueblo griego votó con un contundente 60% el NO a la austeridad. Una lección de determinación colectiva y de democracia.
Lo que pasó nos muestra a una sociedad sin miedo y con esperanza de querer resolver ese momento clave todos juntos.
Para celebrarlo, y para ofrecer herramientas de cara a un futuro con esperanza pero seguro turbulento, Icaria Editorial ha liberado el libro "¿Por qué no debemos pagar la deuda?" escrito y coordinado por la Plataforma de la Auditoría Ciudadana de la Deuda."
"Imaginemos un mundo sin petróleo. O, mejor dicho, pensemos qué sociedades y economías podrían existir si no hubiera combustibles fósiles baratos, abundantes y versátiles. Supongamos cómo viviríamos con un consumo de energía mucho menor que el actual. Tratemos de imaginar qué sistemas políticos, trabajos, tecnologías y valores serían posibles tras el colapso del capitalismo global. Repensemos el papel del Estado, de los movimientos sociales y de las formas de relación con el entorno. Y todo ello, en el marco de una crisis de civilización que ya no tiene vuelta atrás.
Eso es precisamente lo que han hecho Ramón Fernández Durán y Luis González Reyes en su libro En la espiral de la energía (Libros en Acción y Baladre, 2014), con el que nos proponen analizar -como se señala en el subtítulo del primero de los dos volúmenes que componen esta obra- la "historia de la humanidad desde el papel de la energía (pero no solo)". A partir de una perspectiva histórica que empieza en el Paleolítico y llega hasta los inicios del capitalismo, avanza después desde la Revolución Industrial a "la era trágica del petróleo" y, finalmente, culmina con la caracterización del crash global que hoy vivimos, los autores demuestran la inviabilidad de un sistema socioeconómico que necesita aumentar el consumo energético y de materiales para continuar con su lógica de crecimiento y acumulación. Todo ello, con la idea de que "seamos capaces de construir sociedades justas, democráticas y sostenibles en este tiempo de cambio civilizatorio que estamos viviendo", ya que "llegar a imaginar la catástrofe como algo que puede ocurrir es la mejor forma de evitar lo peor".
"No os va a gustar leer este libro", decía el otro día Carlos Vidania en la presentación en Madrid. Y así es, en cierto modo, porque de su lectura solo puede extraerse una conclusión: el final del capitalismo global y el colapso civilizatorio son inevitables. Fenómenos ac
"Extractivismo, despojo y crisis climática. Desafíos para los movimientos sociales y los proyectos emancipatorios de Nuestra América. Buenos Aires: Ediciones Herramienta, Editorial El Colectivo, 2013, 336 pp.
Micaela Nair Ares
aresmicaela@gmail.com
Centro de Estudios de la Argentina Rural - Universidad Nacional de Quilmes. Argentina
Recibido: 29|04|14
Aceptado: 03|05|14
Este obra presenta un conjunto de reflexiones que giran en torno a un objetivo: interpretar la pluralidad de "[...] experiencias de lucha, prácticas y programáticas trazadas por los sujetos/sectores subalternos y populares en Nuestra América reciente" (p. 15). Estas interacciones tienen un rol decisivo en la construcción de proyectos de cambio social que se oponen al avance del extractivismo que refleja la influencia de las políticas neoliberales en la región.
La crisis económica mundial del 2007 condiciona los índices de crecimiento en el Cono Sur, que se combinan en la agenda pública con las primeras consecuencias del cambio climático, para renovar el debate sobre el mecanismo de acumulación y la centralidad político-económica de los bienes naturales. Una situación que también refleja el incremento de la tensión social y la reproducción de la lógica extractivista, que incrementa la demanda de un pensamiento alternativo que permita superar la clásica escisión entre sociedad y medio natural. Esta obra aborda este complejo proceso a través de tres grandes temas.
Una primera parte analiza el vínculo entre la implementación del modelo extractivo-exportador y el período neoliberal de la década de 1990. Distingue las continuidades y rupturas del ciclo de resistencias que se abre en los últimos años ante la ofensiva extractivista, cuya singularidad principal deviene del tratamiento de la problemática socioambiental desde el terreno particular hacia el sectorial colectivo (p. 57).
En el umbral del siglo XXI se discute la hegemonía del neoliberalismo y surgen disti