"Esta pera en almíbar se vende en Estados Unidos por poco más de un dólar, un precio realmente ridículo si tenemos en cuenta el trayecto que ha tenido que hacer la pera en cuestión, tal y como revela el envase: "Cultivada en Argentina y envasada en Tailandia". Es decir, la pera en cuestión ha viajado más de 20.000 kilómetros entre América, Asia y de nuevo América (del Norte) para llegar a las estanterías de Wallmart o de Starbucks, una singladura que sólo es económicamente factible gracias al bajo precio del petróleo y a las economías de escala que propician los enormes barcos de mercancías."
"La comida en Latinoamérica se la pasa viajando de un país a otro. Se produce en un lugar y se industrializa y consume en otro. Como consecuencia gran parte de los alimentos se desperdician y se sobreutilizan hidrocarburos para el transporte. El 45% de gases con efecto invernadero provienen de la cadena de la agricultura industrial.En la provincia de Corrientes, Argentina, las paltas se caen en las cabezas de los pibes y las pibas. Pero no se comen: en Argentina se come la palta Hass que se importa desde Chile, país que exporta tanta palta a Europa y China que debe, a la vez, importarla desde Perú para su consumo interno. ¿Raro? Parece ser la pauta en Latinoamérica: alimentos transgénicos, preparados para recorrer miles de kilómetros consumiendo toneladas de combustibles que generan emisiones de gases que son los principales responsables de la crisis climática."
"Este artículo intenta llamar la atención acerca de las apropiaciones gratuitas de conocimientos por parte de las unidades productivas dedicadas a la acumulación cognitiva. Específicamente, proponemos que esta piratería capitalista, lejos de ser una anomalía, es central en el despegue de las mismas. Para ello, el texto parte de contrastar dos tipos de piratería. De un lado, aquella conducida por pequeños actores que busca socializar conocimientos privados y que es la que habitualmente se señala y condena. De otro, aquella que se produce con fines de lucro por parte de grandes corporaciones. Para analizar esta última, que denominamos piratería descomunal, se reseñan una decena de ejemplos históricos. Finalmente, se presenta una sistematización y se concluye que el camino que siguieron en sus orígenes las unidades productivas especializadas en la acumulación de conocimientos es el opuesto al que el ADPIC (Acuerdos sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relativos al Comercio) les ha impuesto a los países importadores de propiedad intelectual respecto de la piratería"