La mayoría de las empresas de software y de internet superiores de EE.UU. declaran su residencia fiscal en un país fuera de su mercado principal, poniendo barreras al acceso de las autoridades fiscales a sus cuentas de resultados.
Los jefes de finanzas de las principales economías del mundo tienen previsto abordar el "caos fiscal global" causados por multinacionales gigantes como Starbucks y Google a cambio de beneficios a los países de bajos impuestos.